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MÓNICA SILVA CONTRERAS

Una pequeña capilla en Uruguay

Las primeras cáscaras de concreto armado fueron realizadas según el sistema desarrollado por Franz Dischinger, jefe de ingeniería en la conocida constructora alemana Dickerhoff & Widmann AG y su alumno Ulrich Finsterwalder con sistema Zeiss-Dywidag. El sistema fue patentado a partir de la cúpula experimental en el techo de la fábrica de Carl Zeiss en Jena entre 1922 y 1923, la cual dio origen al planetario de Jena con una cúpula de 16 metros de diámetro. Sería con estos ingenieros alemanes con quienes Félix Candela tendría intención de estudiar cuando el estallido de la Guerra Civil en España cambió sus planes. Las teorías desarrolladas por Finsterwalder y la construcción de la prestigiosa firma para la cual trabajaba fueron las bases del trabajo de Eduardo Torroja en España y de las primeras ambiciones de Candela. Los años treinta estuvieron marcados por la exportación del sistema Zeiss-Dywidag a Europa, a Suramérica y más tarde a los Estados Unidos, con el envío de Anton Tedesko a los Estados Unidos y la construcción de la cubierta de otro planetario, el Hayden Planetarium en New York de 1934.

La primera de las bóvedas con sistema Zeiss-Dywidag en el continente fue la construida para la iglesia parroquial de Santa Teresita de Juanicó, en Uruguay. Al borde de la Ruta 5, en el departamento de Canelones, fue realizada esta pequeña estructura - tal vez con fines promocionales - con 23.25 metros de longitud y 8 metros de luz. Inaugurada en diciembre de 1930, el piso de la nave vence la diferencia de nivel del terreno sobre el cual se asiente con un pórtico de concreto armado y sobre éste de desarrolla la bóveda de cañón que terminada en un ábside constituido por segmentos de curva que dejan a la vista las aristas entre cada sección vaciada.

En la misma jurisdicción en que construyera décadas más tarde la conocida iglesia de Cristo Obrero y Nuestra Señora de Lourdes, obra de Eladio Dieste, la pequeña capilla a las afueras de Juanicó pasa casi desapercibida, aun siendo la fundadora de una estirpe de la que desciende toda una célebre generación de grandes cubiertas de concreto armado, protagonistas de la arquitectura latinoamericana de mediados del siglo XX.

Agradezco la primera información sobre esta obra al Dr. Roland May (Brandenburgische Technische Universität Cottbus-Senftenberg) y la confirmación de las fechas, así como las fotos de la capilla en obras, provenientes del archivo diocesano, al Dr. Fernando Lúquez Cilintano de Juanicó.

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