top of page

MÓNICA SILVA CONTRERAS

Entre la teoría y la práctica: entre muros y pórticos

Tras la huella del béton armé, sistema Hennebique, otro encuentro maravilloso ocurrió en la Mérida de Yucatán. Las primeras casas construidas en Mérida con el sistema Hennebique fueron siete casas, en una misma cuadra, en la calle 52, entre 51 y 53, registradas varios meses después que la cimentación en la casa en las calles de Artes y París – en la Ciudad de México – referida por el concesionario Miguel Rebolledo.

Una cosa era conocer las descripciones en los contratos de muros entre ocho y diez centímetros para la conformación de estructuras apegadas a la morfología urbana del centro histórico capitalino. Otra, muy distinta, fue encontrar “en persona” en unas sencillas estructuras para viviendas, esos esbeltísimos y altos muros – en la cálida ciudad yucateca – en estricta correspondencia con la separación de espacios.

Lo mejor de todo ha sido comprobar el perfecto estado de conservación y funcionamiento estructural de aquellos muros. La calidad de la mezcla debió basarse en altos contenido de cemento y armaduras con delgadas varillas. De todos modos, siempre fue bueno volver a probar que los sistemas porticados y los murarios fueron contemporáneos, que unos no fueron antes que los otros y que el béton armé de Mr. Hennebique trabajaba con unos y otros indiferentemente. Algunos edificios, como los grandes almacenes, eran más proclives que otros a los esbeltos pórticos: su alma era moderna por nacimiento en el mundo de las estructuras metálicas.

IMG_0285.JPG

bottom of page